Entre los novatos que vienen de otros sistemas operativos cuando encuentran una piedrecita en el camino hacen lo que hasta ahora les funcionaba: FORMATEAR y empezar de nuevo, pero en GNU/Linux hay muchas cosas que podemos hacer antes de llegar a esta solución radical.
Por ejemplo, hemos instalado una distro y el entorno gráfico no nos gusta porque es muy lento o simple, pues lo cambiamos basta con teclear el siguiente comando como administrador:
tasksel
En el caso de Ubuntu lo teclearíamos con sudo delante:
sudo tasksel
O en el caso de otras distros como Debian primero nos convertimos en root con su:
su -
tasksel
En todo caso nos saldrá un menú que nos permitirá seleccionar los entornos gráficos que queremos tener instalados y que luego podremos elegir en la ventana gráfica de identificación.
Las ventajas es que así podemos probar diversos entornos rápidamente, por contra cada uno ocupará su espacio en el disco que tendremos que sopesar sobre todo si tenemos un disco pequeño (p.e.: un SSD) y se repetirán aplicaciones que hacen lo mismo como los editores de texto y exploradores.
Si no te fías recuerda que siempre puedes hacer las pruebas en máquinas virtuales con el mismo sistema que tienes y ver el resultado, si te convence ya lo puedes instalar en el de verdad sin temores.